Como última ponencia del Eje de Justicia Restaurativa, Jorge Álvarez, Oficial de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en El Salvador (ACNUR), abordó el mandato institucional en la protección de todo tipo de refugiados, instrumentos y principios de protección que amparan su trabajo a nivel mundial.
En primer lugar, presentó un video introductorio que resume el nacimiento, mandato y el sistema de protección, surgida a partir de los estragos producidos por los millones de refugiados a partir de la Segunda Guerra Mundial. Su mandato, a partir de las múltiples emergencias de refugiados, tuvo que ser extendido en el tiempo y ampliado para abarcar a todo el mundo.
En 1951, se celebra la Convención relativa al Estatuto de los Refugiados, cuyo enfoque se enmarcaba en los refugiados europeos producto de la guerra. No obstante, es a partir de 1967 que se quitan las restricciones geográficas y se amplía de forma universal, con la misión principal de garantizar los derechos de las personas refugiadas.
El mandato del ACNUR ha ido transformándose a tal punto que en la actualidad abarca a los refugiados, apátridas, desplazados internos, personas deportadas con necesidades de protección, y repatriados.
Dentro de las personas cuyo mandato abarcan, se excluyen las personas migrantes, quienes voluntariamente se trasladan de un lugar a otro por diversas razones y goza de la protección de su Estado de origen.
En El Salvador, ACNUR abrió sus oficinas nuevamente en el 2014, después haber tenido presencia durante el conflicto armado, debido a la situación que se está viviendo en cuanto a las víctimas de desplazamientos forzados internos. La problemática de violencia fue una de las principales causas que en este último decenio provocó desplazamientos en el país y la gran cantidad migrantes irregulares que viajan primordialmente a Estados Unidos de América.