Congreso Fundasal

 

Joan Mac Donald, experta chilena, a través de su disertación mostró dos rostros del acceso a la vivienda: los que viven dentro y los excluidos de la ciudad; entre los que habitan en asentamientos marginales o barrios y los que viven en zonas residenciales con todas las comodidades, infraestructura y servicios. 

Para mirar la inclusión, la investigadora plantea las siguientes perspectivas: desde la urbanización; desde las políticas de vivienda; desde el hábitat informal; desde la migración ocurrida al interior de la región, distinta a la migración tradicional; y desde la producción social del hábitat en diversidad, en la construcción de una ciudad más amigable para todos.

Recalca, asimismo, que dentro de las ventajas de la urbanización es que la expectativa de vida es mayor, se pasa menos hambre, hay mayor riqueza y esto genera un proceso de desarrollo económico. 

 

Sin embargo, no a todos les va de la misma manera: 1 de cada 3 personas viven en tugurios en el mundo, en América Latina existen grandes brechas entre los países de la misma región, las condiciones analizadas desde los países urbanizados y aquellos con menor desarrollo también presentan grandes brechas en cuanto a los recursos con que cuentan para construir las ciudades de la misma manera. 

No obstante, existen muchas buenas prácticas e iniciativas exitosas alrededor del mundo en el tema de la inclusión urbana, las cuales se encuentran articuladas en torno a los siguientes ejes: ahorros sistemáticos y fondos de desarrollo, ya que les permite construyendo viviendas de mejor calidad e incorporar servicios básicos en sus tugurios; la concertación y generación de alianzas o redes con muchas comunidades de base en torno a objetivos concretos; y aprender haciendo y con el intercambio entre pares, mucho más allá de capacitaciones formales que puedan recibirse.