Rafael Córdoba, representante de la Universidad Politécnica de Madrid, dirigió el taller donde enfatizó como fundamental la difusión y transferencia de buenas prácticas ya han sido probadas en contextos similares, recalcando que el conocimiento se puede transferir de manera endógena y exógena.
Para ello invitó a Alejandro Suárez, catedrático e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y representante de la misma ante el Foro Iberoamericano y del Caribe sobre Mejores Prácticas, donde disertó sobre las grandes lecciones que dejan las experiencias desarrolladas por una diversidad de instituciones alrededor del mundo.
En el caso de Colombia, Lucelena Betancur profundizó sobre las características que cumplen las buenas prácticas para ser definidas como tales y el aporte de su transferencia en otros contextos, tomando en cuenta que una réplica no es una imitación de un modelo y, por tanto, es necesaria su adaptación que corresponda con la situación de contexto.
Por su parte, Mónica Hernández habló sobre el modelo de Cooperativismo de Vivienda por Ayuda Mutua (CVAM), contextualizando los resultados esperados y su transferencia a nivel de América Latina. Resaltó, además de la organización, la lucha permanente y consecuente por el derecho a la vivienda, y reflexionó sobre los cuatro pilares que sostienen al modelo, donde se debe construir el pensamiento para que la vivienda tenga sentido y el acceso al suelo como parte de la justicia restaurativa para hacer efectivo el derecho a la vivienda.
Para finalizar, Claudia Blanco mostró la cobertura de las organizaciones que forman el Foro, dos experiencias institucionales prácticas donde captan la actuación y los roles de todos los actores y cómo la práctica surge de la demanda y no de la oferta. Mostró con datos e ilustraciones la situación a nivel de 32 ciudades las carencias de vivienda y servicios básicos, espacios donde se logra visibilizar una realidad inaceptable pero que la transforma.